Cuando empezamos a pensar en la fiesta de Víctor y después de barajar varias posibilidades tuvimos claro que los colores serían el blanco y azul. Así que en base a estos colores y a los topos que decoraron tanto la tarta como la invitación, los detalles y el resto de elementos, nos pusimos manos a la obra.
En un principio y ya que parecía que la primavera había llegado con buenas temperaturas y un magnifico tiempo la idea era preparar la merienda en el exterior pero con el cambio tan brusco que tuvimos de tiempo en el último momento decidimos montar en el interior.
Como fondo para la mesa vestida con un mantel blanco realizamos unas guirnaldas intercalando los colores blanco y azul. Colocamos la tarta en el centro y a partir de ella fuimos disponiendo los platos (también de color blanco y azul).
Para dar vida a la mesa preparamos unas botellas de cristal forradas con cuerda que nos sirvieron como bonitos floreros para unas hortensias.
La merienda consistió en Finnish pulla, magdalenas con y sin pepitas de chocolate, sandwich variados y mouse de limón en tarritos de cristal que dispusimos con cucharillas decoradas y enlazadas con baker twine dentro de una caja de madera pintada de blanco.
Justo al lado de la mesa preparamos una mesa auxiliar con los platos y servilletas las cuales presentamos dobladas y enlazadas.
La verdad es que no nos dio tiempo a hacer todas las fotos que nos hubiese gustado para poder mostrar todo lo que preparamos, pero en fin, lo importante es que todo el mundo se lo pasó genial y quedó encantado con el montaje.
En el próximo post la invitación y los detalles.
¡Feliz día primaveral!
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