Es un hecho que con la edad los años pasan más deprisa, pero una vez tienes hijos el tiempo vuela. En los próximos días Nuria cumplirá 4 años y Víctor 1, y a mí me parece que fue ayer cuando vi sus caritas por primera vez.
Casi sin darme cuenta Nuria ya es una niña, ha dejado de ser un bebé, y Víctor está a punto de dar sus primeros pasos.
Es maravilloso verlos crecer aunque recuerdo con anhelo cuando solo tenían unos días.
Los hijos nos aportan una perspectiva de la vida diferente, reorganizan nuestras prioridades y nos regalan a cada instante felicidad.
con Nuria después de un paseo en bici por Cambrils
¡Hasta mañana!
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